—Me acusó de haber encontrado a otra demasiado pronto, lo que me molestó mucho. Le dije: fuiste tú, fuiste tú quien desertó de las filas de nuestro amor, quien dejó nuestro pequeño ejército privado, tan mal armado para el conflicto que se avecinaba.
—Muy mal elegidas las palabras, a mí eso último me suena a que tienes el pene pequeño.
—Pero ella sabe que no es así.
—Da igual. El mensaje lo es todo.
2 comentarios:
...eso nunca se debería cuestionar, a no ser que sea cierto. Entonces es mejor callar...
Siempre queremos adoradores eternos... siempre.
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